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SEMBLANZAS DE NAPIRULI

  • Dra. Nieves Azuaje
  • 21 oct 2015
  • 3 Min. de lectura

Como indígena baré que ama su cultura y raíces ancestrales, siento la necesidad de escribir este artículo, porque he evidenciado con mucha preocupación que en esta tierra mágica de mitos y leyendas, existe mucho desconocimiento sobre las culturas ancestrales. Más aún por parte de personas foráneas que han venido a echar raíces en este territorio y en su afán de ganar seguidores, como es el caso de los políticos, se jactan de decir que son defensores de los derechos de los indígenas; pero que a través de su discurso y acciones, lo que se refleja es un total rechazo y hasta burlas hacia estas culturas milenarias. Considero que esta actitud discriminatoria radica en la ignorancia de estas personas hacia las costumbres, creencias y prácticas espirituales de los indígenas.

En tal sentido, quiero dar un pequeño aporte sobre nuestra espiritualidad con el propósito de ilustrar a aquellas personas que carecen de estos conocimientos, presentando una semblanza de Napiruli el Dios Creador de los Pueblos arawako del Sur de Venezuela, como son: baré, baniva, warekena y kurripako.

Napiruli (en baniva y warekena), Napiruri (en baré), Iñapirríkuli (en kurripako); creó el orden ante el caos. Fue así como se inició la vida en el mundo, Napiruli sacó una a una a las personas que comenzaron a poblar la Tierra, a través de unos agujeros que tiene una piedra grande llamada Jípana u Ombligo del mundo, que está ubicada en el río Aiarí, en el río Isana (Brasil). Como todo era tan oscuro, que las personas aun estando tan cerca no se veían entre sí, creó la luz.

Después dijo Napiruli, estas personas necesitan agua para poder subsistir y comenzó a llorar. Lloró tanto que se formaron los ríos, los caños, lagunas, lagos y quebradas con sus lágrimas. También se preguntó Napiruli: ¿De qué se alimentarán? Y creó a los animales y las plantas. Luego de mucho meditar dijo: hay una planta muy especial con la cual estas personas podrán comunicarse conmigo. Es una planta sagrada que les proveerá muchos alimentos, ella se originará de mis cabellos; y así nació la planta de yuca amarga con la cual los indígenas arawako elaboran mañoco, casabe, catara, masoca, almidón y curadá. Las hojas y la concha de las raíces de la yuca las utilizan para elaborar remedios con los que curan varias enfermedades.

Napiruli mora en el primer cielo, junto a otros Dioses. Pero dejó en la Tierra a su hijo Kuwe, para que hiciera cumplir sus mandatos y normas a través de los chamanes, quienes dirigen y ejecutan los diferentes rituales. Kuwe, además es el héroe cultural con poderes sobrenaturales, él introdujo innovaciones como: la agricultura, nuevas técnicas para pescar y para la preparación del pescado (harina, ahumado, salado), las ceremonias de iniciación para hombres y mujeres, las sociedades y cultos secretos masculinos, el perfeccionamiento del conocimiento y entrenamiento chamánico; y una red de vías de comunicación fluvial y terrestre.

Lo antes expuesto, destaca la importancia que tiene Napiruli para las culturas arawako en relación a su espiritualidad, la cual representael más elevado grado de desarrollo personal que se integra con los valores culturales en un sistema de creencias, símbolos, visión del mundo y sentido de la vida personal. Por ello es necesario que las personas “no indígenas” entiendan que deben respetar y valorar todos esos elementos que conforman la riqueza cultural de estos pueblos milenarios.

Dra. Nieves Azuaje


 
 
 

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