LOS MANGOS ESTAN BAJITOS
- Miguel Guape
- 5 abr 2016
- 4 Min. de lectura
NOTA: Este Artículo fue escrito hace 15 años, al comenzar el gobierno de Chávez. Apareció en el periódico “El Futuro del Sur”. Hoy está más vigente que nunca. Las fotos son más recientes.

Mejor dicho: están por el suelo. Los podemos ver en nuestra ciudad, Pto. Ayacucho, ciudad de mangos bajitos por excelencia. También están en Cd. Bolívar y Caicara del Orinoco rodando (estorbando) por sus aceras y calles. Están por toda Venezuela sin que nadie repare en ellos y, cosas de la vida, ya no es el resuelve de los borrachitos, indigentes y parientes, como en épocas recientes de ingrata recordación. Pero es que el mango (el fruto), como todas las cosas terrenales (bienes materiales) también obedecen a las leyes inexorables de la economía (oferta-demanda) y en la actualidad sus antiguos consumidores y vendedores emigraron hacia otras exquisiteces asequibles a unos bolsillos repletos. Porque ahora Venezuela no es otra sino la misma del primer gobierno de Carlos Andrés Pérez que comenzó en 1.974 con unos precios astronómicos del petróleo que llenaron al país de petrodólares y a sus habitantes de un bienestar efímero, como todas las cosas que llegan fáciles. Y también efímera fue la riqueza de ese tiempo que desapareció de golpe, malgastada y dispendiada por una élite gobernante donde todos salieron ricos. Era tan inmensa la riqueza que algo alcanzo para los pobres y todos fuimos felices. Y los mangos se podrían, como ahora.
Venezuela vive actualmente el mismo “boom” petrolero de esa época Saudita, ahora Chavista.

Todo el mundo tiene real y los bancos no alcanzan para pagarles a tantos “misioneros”. Los antiguos vendedores y comedores de mangos, como buenos economistas, ahora cambiaron de profesión y hacen la cola en los bancos, aguantando días y lluvias, para vender al mejor postor el puesto en la cola kilométrica.
Eso no es malo que el pueblo tenga real y lo disfrute y lo malgaste como le de la gana. Lo malo de las peas es el ratón y lo malo de este dulce sueño es el despertar y diremos con Miguel de Unamuno: “Los sueños, sueños son”. Porque veo con mucha tristeza un paralelismo sincrónico (guardando las diferencias de estilo) entre aquel gobierno Saudita y este Chavista. Del primero no nos quedó nada y al despertar del sueño (bajaron los precios petroleros) fuimos más pobres que nunca. Volvimos a comer mangos.
Porque como en este gobierno, tampoco hicimos inversiones productivas. Si bien en ambos se atendieron a los más pobres, las inversiones que se hicieron (la inversión social) fue mal orientada y al desaparecer la riqueza fácil abandonaron a los pobres. Solamente les dieron de comer y no les enseñaron a trabajar ni a producir, aun cuando sea su propio sustento, que es lo que llamamos “el desarrollo endógeno y sustentable”. Esto es lo más parecido a una economía de guerra o de desastre, donde solamente se atienden las necesidades inmediatas, sin ver el mañana.
Es verdad que Chávez está atendiendo a las clases más necesitadas. El éxito de algunas misiones está a la vista. Está trabajando para aliviar (paliar) la pobreza y de hecho ésta ha bajado (por ejemplo, ya no comemos mangos), pero no está atacando las causas estructurales que originan la pobreza y sobre todo la crítica. Es así que por ejemplo un quinto de la población está en la economía informal y buhonería (ha aumentado últimamente) porque no encuentra otras fuentes de trabajo verdaderamente productivo.
El desempleo ha disminuido, pero la buhonería ha aumentado (gran paradoja, pero explicable). Las misiones tienen su talón de Aquiles si la consideramos como una actividad productiva al tener metodología y personal cubano: al desaparecer los reales, éstos se esfumaran. La ONIDEX y pronto los REGISTROS estarán manejados por los cubanos.
Pero el colmo de los colmos de esta situación atípica es que, si bien antes trajimos a extranjeros para que hicieran el trabajo por nosotros los venezolanos (árabes y colombianos), ahora traemos a los cubanos para continuar haciendo el trabajo que nosotros debemos hacer. ¿En que tecnología nos adelantan los cubanos, para que tomen el control de actividades tan álgidas y estratégicas para cualquier Nación que se respete a sí misma, como son el sistema de IDENTIFICACION y de REGITRO de propiedades? ¿Será que Chávez no confía ni en los venezolanos de primera que lo rodean como son los militares o en sus conmilitones? No creo que falten recursos humanos en Venezuela. Hasta el control de los pobres se lo está dando a los cubanos (misiones), cuando debió confiar en Venezuela y utilizar sus reservas morales que existen.
Por todo esto y mucho más, que formaría un bonito tratado de economía no creo que vayamos por buen camino. No se está invirtiendo en el hombre nuevo, estereotipo de toda revolución que se respete. Solamente les están aliviando sus problemas. Los estructurales propios del atraso y la pobreza están ahí presentes a la espera de mejores tiempos. Y las matas de mango, entrañables y fieles amigas, nos estarán esperando para socorrernos y nosotros volveremos, cual hijo pródigo que regresó después de un sueño maravilloso, a la pata de sus raíces.
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