Los nuevos Funes del Amazonas

José Tomás Funes

“Funes hay muchos en Amazonas, aunque uno solo lleve el nombre”

“La Vorágine” de José Eustacio Rivera

En Puerto Ayacucho actualmente hay una matanza de malandros que conmociona a la pacífica ciudad. No es la primera vez que en nuestra historia regional ocurre una masacre. Los indígenas fueron perseguidos y exterminados por etnias enteras durante la época del caucho. Fue un verdadero genocidio.

Ahora se han coaligado militares (porque este gobierno desarmó la policía y armó a los malandros) con guerrilleros y paramilitares para hacer un exterminio. ¿Por qué tuvo el gobierno que buscar socios extranjeros para hacer esta masacre? Los colombianos han hecho la misma limpieza social y no ha buscado ayuda extranjera. Son autosuficientes.

Conozco a muchos amazonenses que están de acuerdo con este exterminio. Así estarán cansados del malandraje. Han matado alrededor de 60 y la lista pasa de cientos, según datos fidedignos. Lamentablemente, lo que no ven es el precio que los amazonenses vamos a pagar por esto. Seremos esclavizados por los irregulares colombianos. El gobierno nos entrega cual mansos corderitos a los extorsionadores, cobradores de vacunas y explotadores de nuestras minas como ya lo están haciendo. Todo esto porque son socios en el poder y por denuncias de Monseñor Divasson, ya los guardias le rinden pleitesía y llaman “mi comandante” a los “patas de goma”. Según el gobernador Liborio Guarulla en el Amazonas hay 4.000 irregulares colombianos que son socios de los militares y están explotando oro. También acusa a los militares de narcotraficantes.

Los guerrilleros mandan más que los militares en sitios como Manapiare, Maroa y San Carlos de Río Negro. Imponen su ley y hay toque de queda en estos y otros sitios. Así cumple esta revolución con los amazonenses, esclavizándonos y vendiéndonos a los extranjeros. Cuando un pariente va a denunciar la presencia de guerrilleros en su zona el ladino oficial lo que le dice es: “tráigame las pruebas”. Mayor demostración de complicidad y entreguismo no hay.

Amazonas está siendo invadida y tomada militarmente por extranjeros, en connivencia y conocimiento de causa del actual gobierno. Es una política de estado.

“El Topo”, autor de la masacre de Tumeremo, vivió tranquilamente muchos años en Puerto Ayacucho, que era su aliviadero. ¿Y cuántos paramilitares más habrá en nuestra tierra? Controlaba las minas de oro y sus jefes son los militares.

Los militares no son los tales constructores y defensores del país. Toda esta ilegalidad ahora la quieren hacer con una tal compañía para la explotación de las minas del Amazonas. Esto se veía venir con la eliminación del Ministerio del Ambiente por ellos. Y son tan cínicos que ahora quieren, según ellos, también proteger a las comunidades indígenas que ocupan esas tierras.

En Amazonas hay un premio para tantos galfaros juntos. En tiempos de Funes era el caucho y ahora son las minas de oro, coltan y diamantes de la rica región Guayana, que no dejará sino una Amazonas devastada y otro genocidio que ya está comenzando. Seremos esclavizados por los militares y sus socios.

En Amazonas ya existe una tasa para los nuevos Funes que vienen a gobernarnos: el general se llevará 10 Kgs. de oro. Al perraje que son los guardias los mandan a matraquear con la gasolina y son los socios de los bachaqueros, con los productos que nos roban en las carreteras o como el caso de la línea blanca que el gobierno iba a regalar: se la robaron los guardias directamente de los camiones que las traía.

Es por eso que toda Amazonas está militarizada, para mejor robarnos, como en tiempos de Funes y el exterminio será igual o peor. ¿Lograremos los Amazonenses sobrevivir?