Los generales y las cubanas

Cuando se habla de generales venezolanos siempre recuerdo la anécdota de la reunión de militares de alto rango en un lugar de las Américas.

El militar yanky le dice, con sorna al militar venezolano, al verlo cubierto de estrellas y condecoraciones:

-¡Carramba! ¡Cuántas batallas debe Ud. haber ganado! Yo, humildemente, porque tengo menos medallas, he estado solamente en dos guerras con sus batallas, la de Viet Nam y la del Golfo.

Esta apreciación trae a colación la triste realidad de nuestros generales. Creo que no valen mucho más que los antiguos generales de nuestras montoneras, por ejemplo cuando Funes y Gómez, donde todo el mundo era general. Aquellos al menos tenían valor y honor a montones, al batirse en el campo de batalla. Los actuales viven de glorias antiguas, del bluf y de los reales saqueados a la Nación. Las únicas batallas que han visto son en la TV. Y las que libran son por los puestos políticos, para volver a Venezuela un desastre. Este país está arruinado gracias a ellos. Los altos puestos, donde hay real, ahí están los generales y la consecuente debacle económica del Instituto que les toca mandar.

Es así como, por arte de malévola magia, han quebrado a toda Venezuela y con ella incluida la CVG, debido a la corrupción e ineficacia rapante.

Al Amazonas nos han enviado generales a los institutos que no sirven como la CVG y el Aeropuerto Cacique Aramare.

Y vemos como la ineficaz CVG-Amazonas manejada por generales y cubanas ¡si, cubanas! no sirve para nada y Pto. Ayacucho pasa por la calamidad de la sed, aún estando a la orilla de uno de los ríos más caudalosos del mundo. Eso se llama ineptitud extrema. O dejadez operante. Es una política de Estado. A nuestros barrios de la ciudad tiene años que no le llega una gota y los árabes del desierto viven mejores que nosotros.

Según los reportes que hace una cubana, gerente del GOSH, gerencia de obras sanitarias e hidráulicas de la CVG, de donde depende nuestro acueducto que no funciona, en Pto. Ayacucho estamos nadando (literalmente) en agua. Cuando el gerente pasa el reporte de las carencias del acueducto, que tiene que pasar por sus manos dice que aquí no ha pasado nada. Y ese general en su laberinto nos viene a cuidar para que no haya disturbios. Es el verdadero gerente que manda a nivel regional y el titular es un simple pagapeos.

Total que en Puerto Ayacucho vivimos al mando de un gerente de la CVG que no manda, de una CVG quebrada por los generales, de un general que viene a cuidarnos para que no protestemos y a la buena, ni siquiera de dios, sino de las generalas cubanas, que dicen en sus reportes que todo está bien. Si no me quieren creer, acérquense a la toma del acueducto que surte a la ciudad en el río Cataniapo y verán que no los dejarán pasar una cubana que cuida las instalaciones. O sea no mandamos en nuestra tierra, mandan las cubanas y un general de opereta, que debiera estar cuidando nuestras invadidas fronteras. ¿Es que aquí no hay personal capacitado? ¿Quién manda más en la CVG-acueducto de Puerto Ayacucho el general o las generalas cubanas? Los ayacuchenses estamos en manos de estos bichos.

En el Barrio marginal Pedro Camejo, donde vivo, los pobres de agua nos reunimos a rezar para que llueva y así obtener del cielo un poco de agua. Yo no soy creyente, pero también rezo.